The one with the coffee {Kutner}

En uno de mis ratos libres había ido a dar una vuelta por la ciudad, y recordé una cafetería que solía visitar hacía un tiempo, una cafetería llamada Central Perk, hacía tanto que no venía, pero sí que recordaba el inigualable sabor, pensaba en ir a algún bar, pero mi adicción al café era más fuerte desde que trabajaba como médico, me estacioné a unas cuadras del lugar, ya que era complicado hacerlo en la puerta, enfrente había un edificio que creía eran departamentos, así que fui directo a la barra luego de entrar, unos chicos se estaban acomodando para tocar, o era lo que creía a causa de que traían instrumentos consigo, siempre había algo nuevo aquí, y eso me encantaba, pedí un café moka y un panquésito, y luego fui a sentarme en una mesita junto a la barra, estaba algo aburrida, así que me pensé quienes más tenían día libre, seguramente Chase estaría conquistando a medio Nueva York como siempre, así que la única persona en la que pensé fue en Kutner, le envié un mensaje de texto para decirle que viniera aquí, normalmente estaba acostumbrada a no pasar mucho tiempo a solas, a menos que estuviera en mi casa, y prefería ahora hablar con cualquiera que me resultara conocido, me levanté para ir por mi pedido una vez que me avisaron que estaba listo, y regresé a sentarme a esperar a Kutner.

Era mi día de descanso y como la mayoría de días la pasaba en mi departamento viendo televisión, estando en la pc o tal vez desde la xbox con kinect, me desperté, desayune y mientras me bañaba me llegó un mensaje al celular, saque el brazo mojado detrás de la cortina de la ducha y me sersiore que era una colega y compañera del servicio del trabajo notificandome que andaba tomando café en un establecimiento cerca a mi departamento, le conteste que unos minutos nos veíamos halla y con rapidéz termine de bañarme y alistarme caminando hacia el lugar.

Al abrir la puerta y entrar en la parte superior una campanita suena avisando mi entrada, miré a la derecha y a la izquierda donde en una de las mesas estaba sentada Remy, camine hasta donde estaba y mientras le daba un beso en la mejilla la salude - Hola corazón como estas - y mientras me sentaba continúe - Como estas de hermosa con ese vestido, ¿ya pediste algo? -

Ciertamente ya prefería no llamar por teléfono en los tiempos libres de ninguno de mis compañeros, pues una vez en la escuela alguien me había respondido en un mal momento, o mejor dicho, yo le había llamado en un pésimo momento, pero no es que supiera siquiera que estaría "ocupado", me mordí el labio tratando de no reírme ante aquel recuerdo, ahora simplemente decidí llamar a Kutner, porque a decir verdad me agradaba bastante y me hacía reír con sus comentarios raros, no había exactamente alguien que me desagradara, salvo por Amber y a veces esa tal doctora Adams, solo me entregaron el café, ya que recién sacaban el pan, como siempre, el lugar tenía un agradable aroma a café y pan recién horneado, volteé hacia la puerta al escuchar la típica campanita que sonaba cuando alguien entraba, y vi que se trataba de Kutner.

Le sonreír de vuelta, igual que le devolvía el saludo, aunque bueno, yo demostraba menos mis intentos de cariño, lo observé divertida, preguntándome a qué se debería su felicidad, aunque... era él, siempre estaba feliz o eso era lo que aparentaba, la primera impresión segura de quien lo viera - Normalmente debería decir gracias a ese comentario pero... parece que tienes más energía de la usual, ¿qué hacías eh? - Le dije en tono de broma mientras le sonreía nuevamente, negué con la cabeza - Solo esto y espero a que salga el pan recién horneado, ¿pedirás algo? - Le pregunté señalando la barra detrás de nosotros, y luego volví a darle otro trago a mi moka.

Realmente para tal día estaba lo sufientemente feliz el día anterior había recibido el sueldo y ya tenía planes dd gastarmelos en ropa, comida cara o porqué no en aparatos de tecnología. Mientras me sentaba y ponia mis brazos encima de la mesa y mis manos sosteniendo mi mentón hablé - Bueno tal vez las buenas pulgas de hoy, día soleado, sin turno, con plata y una buena compañia son las razones de mi felicidad - reí con
picardia sabiendo que era molestando como era de común dentro o fuera del trabajo.

Al señalarme la barra de atención de cafetería me di la vuelta y mire detrás de la ventana del mostrador un postre amarillo como de durazno suponía yo - Si gracias, pediré ese postre amarillo igual que tu blusa - me di la vuelta para mirarla de nuevo y reí. En ese momento una mesera se puso al lado mío y me pregunto si iba a pedir una orden - claro que si belleza regalame ese postre de halla - y señale el postre - y un capuchino con arta canela por favor, te agradezco.presiosura - y después de escribir la orden la mesera se retiro.

- Y como has estado corazón, tampoco tienes turno hoy? -

Me crucé de piernas por debajo de la mesa mientras bebía de mi taza de café, pues de hecho, así era como solían servir por acá el café, no sabía por qué me daba una especie de toque hogareño, le vi sentarse frente a mi, dedicándole una mirada curiosa, como si le estuviera examinando como si tuviese algo - Hay no, otra vez estás ebrio... - Me burlé tratando de no echarme a reír, no recordaba haberlo visto ebrio alguna vez, pero no habría mucha diferencia, solía gustarme molestarlo a él en especial, supuse que simplemente a causa de que ya le había tomado confianza desde que trabajábamos juntos, cuando House nos había contratado obviamente.

-Genial, realmente cualquier postre de por aquí es delicioso, pero yo espero mi pastel de chocolate - Le mencioné una vez que me trajeron una especie de brownie, adoraba todo tipo de dulces, un problema del cual no quería deshacerme, vi a la camarera tomarle la orden a Kutner y me reí detrás de la taza de café que había tomado para que la chica no me viera reír, esperé a que se fuera antes de hablar - No está mal eh, deberías invitarla a salir - Le guiñé un ojo en señal de complicidad y le ofrecí algo de mi postre mientras le respondía - Yo estoy genial como siempre, he tenido una noche bastante entretenida, y no... tengo el día libre aunque hay altas posibilidades de que House nos llame - Lo primero lo dije solo por molestar, ya que así hacía enojar a Taub también, y lo último lo dije como si fuese lo más obvio, y vaya que lo era, pero para algo habíamos elegido esta profesión.

U: Perdón por la tardanza, pero la uni me ha tenido ocupada estos días D: