Viajar gratis tiene sus consecuencias | Hadley

Eran ya las tres de la mañana y apenas iba a mi casa, si bien era cierto que hacía horas que debía de haber salido de trabajar, me tuve que quedar a una última consulta para darle el alta al paciente que estábamos tratando en el equipo, todo se había resuelto por pura suerte, y bueno, mis compañeros eran realmente muy buenos en lo que hacían, y aunque no pensaba decirlo nunca, House era todo un genio con su trabajo, pero apenas terminamos de resolver todo, salí junto con él hasta el estacionamiento, y me fui en mi auto en dirección a casa, no había ningún solo auto por todo Nueva York, al menos no por donde iba ahora, apenas era lunes, los días en los que la gente prefería saltarse siempre con tal de no tener que ir más al trabajo o la escuela, como sea, yo apenas iba a ir a dormir algunas horas, pues tenía que volver al trabajo, aunque a House no le molestaba si no había algo urgente qué hacer, y la verdad es que por extraño que a muchos les pareciera, adoraba mi empleo, y sabía que todos los demás también, por más peleas que hubiera, era gratificante poder ayudar a las personas.

Sin darme cuenta de lo que ocurría por las calles, encendí la radio, la música de esta hora no era muy buena, y la verdad tampoco tenía tanto sueño, había descansado algo en la tarde, uno se acostumbraba a dormir algún pequeño tiempo sin ser muy fijado en el lugar, y esa persona era justamente yo, mientras iba por una de las calles solitarias supuestamente, pasé el siguiente semáforo que acababa de marcar en verde, sentí que algo había ocurrido en la parte trasera, no creía haber golpeado a nadie, ¿o sí? Me detuve en seco para ver que así fuera, aunque mi sorpresa fue que ahora sí que lo había hecho, por un momento no supe que hacer, hasta que se me ocurrió bajarme del auto de forma rápida para ver que la persona estuviera bien, me bajé soltando una maldición en voz alta mientras iba a la parte trasera, se trataba de un chico de algunos 20 años posiblemente – Hay mierda… oye, ¿te encuentras bien? ¿puedes escucharme? – Mi maldición salió sin pensar al acercarme, pero me arrodillé junto a él esperando que respondiera, lo examiné rápidamente de arriba abajo, esperando primeramente que respondiera, posé una mano en su hombro, aunque no lo veía exactamente en mal estado, supuse que se debía más bien al impacto del golpe.

Con un demonio, a buena hora tenía que venirme a medio matar a alguien, nadie lo tenía rondando por las calles en medio de la calle, cierto que ya era tarde pero igualmente uno debía irse con precaución, especialmente cuando los conductores de los coches iban medio dormidos, el chico se estaba quejando cuando me acerqué a él, estaba esperando que no se hubiera roto nada, así que por eso mismo me había acercado hasta él, revisando y comprobando que no tenía nada roto, quizá algunos cuantos raspones - Parece que no tienes nada roto, dime cómo es que te llamas - Le dije al mismo tiempo que esperaba a que este terminara de moverse, pero me percaté de que tenía algo de sangre en la frente, cuando lo toqué este pareció ponerse peor, entrecerré los ojos, mínimo no había perdido la memoria y sabía como actuar, aunque no sabía su motivo, pero seguro no contaba en ser arrollado por un médico.

-Vaya, ese golpe en la frente se ve bastante mal... voy a llevarte ahora mismo al hospital, ¿puedes ponerte de pie? - Le pregunté con voz suave mientras le sujetaba ahora de ambos hombros, observándole directamente, tal vez estaría algo adolorido por el impacto, pero de suerte, se había incorporado, vi a mi alrededor y me topé con su skateboard, probablemente ni necesitaría puntos, por fortuna había sido el impacto, aunque debía llevarlo al hospital para comprobar que estuviera completamente bien - Tranquilo, no te ocurrirá nada, iremos en mi auto rumbo al hospital, no está muy lejos de aquí, soy Remy... - Le dije presentándome finalmente, aunque con mi nombre, me parecía un chico curioso, quizá porque me recordaba a mi hermano, no es que se parecieran o algo, pero tenían alguna actitud similar, así que intenté ayudarlo a ponerse en pie.


U: Perdona que tardara tanto, la uni me ha tenido muy ocupada estos días D: